¿En qué consiste el poming y cuál es su valor publicitario?
El poming forma parte de las técnicas publicitarias más vistosas y originales que existen en el sector gráfico. Por eso, resulta perfecta para que los diseñadores de marketing y las agencias desplieguen toda su creatividad.
¿Qué es el poming y para qué funciona?
Esta técnica consiste en dejar la publicidad, directamente, en el “pomo” de la puerta del posible cliente. Sirve para llamar la atención de este mediante creaciones muy llamativas que le sorprendan. Asimismo, resulta muy efectiva, pues, al dejar el colgador en la entrada de la casa o del coche, es seguro que quien la use va a cogerlo, ya que para entrar a la vivienda o vehículo es necesario utilizar el pomo.
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Ventajas de un reparto de publicidad directa tipo poming
La publicidad que se hace mediante el uso del colgador para puerta es muy rentable. Todos los objetivos de la propaganda van a verla al llegar a su casa. Entre las ventajas que proporciona, están las siguientes:
- Ofrece resultados rápidos a corto plazo. Esto lo consigue gracias a su efecto impactante, a que puede llegar a mucha gente y a que esta forma parte del prototipo de cliente elegido.
- Versatilidad de uso. Es una técnica adecuada para todo tipo de empresas y de acciones de marketing. La utilización de los colgadores de puerta como herramienta publicitaria es útil tanto para grandes multinacionales como para pequeños comercios de proximidad. Asimismo, sirve para dar difusión a ofertas puntuales, a campañas largas y a toda clase de promociones de venta.
- Permite llegar hasta la propia vivienda de los potenciales clientes y llamar su atención con un mensaje de impacto. Además, generalmente, los colgadores despiertan simpatía en quienes los reciben.
- Publicidad segmentada. Con técnicas de geomarketing es posible segmentar el público concreto al que se dirige la campaña publicitaria.
- Gran difusión. Como actualmente hay grandes bloques de viviendas habitados, en muy pocas calles se pueden repartir muchas unidades de colgador para puerta. Para eso se necesita la técnica del buzoneo.
Ideas para el diseño e impresión de colgadores de puertas
Los colgadores pueden realizarse en una amplia variedad de formatos en función del tipo de papel que se elija y de cómo se corte. De hecho, el troquelado admite muchos diseños y siempre ofrece un acabado perfecto. El papel estucado es el más aconsejable para ellos porque permite una mejor definición de los detalles. La impresión puede hacerse con pantones como a todo color pero al ser un elemento de impacto se recomienda hacerlo a todo color. Incluso es posible crear colgadores con mensajes por las dos caras. Así, se puede incluir más información en cada uno.
A nivel de acabados (plastificado, UVI, acrílico…) se aconseja no invertir mucho ya que el poming es de impacto rápido, pero no se conserva en la mano mucho rato. Otra alternativa al poming sería las etiquetas colgantes. Escogiendo un tamaño idóneo estas etiquetas colgantes personalizadas harían la misma función.
Gracias a todo ello, esta técnica publicitaria permite multitud de posibilidades incluso dentro de un diseño parecido. A partir de ahí, serán la originalidad y lo impactante del mensaje los que determinen el éxito de la campaña de marketing.
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Ejemplos creativos de colgadores de puertas
La publicidad mediante colgadores de puertas se presta a los diseños más audaces, pero también a los más sencillos. Como ejemplos de ambos, se pueden mencionar los siguientes:
- Un colgador de puerta para anunciar coches troquelado con la propia forma de un vehículo.
- Colgadores a modo de hamburguesa. Se utilizó este diseño para un colgador de puerta infantil.
- Colgador de un restaurante en el que aparecían fotografías de sus principales platos por una cara y, por la otra, ofertas de precios.
- Un colgador en forma de corazón para poner en las puerta de los hoteles para ocasiones especiales o por el día de San Valentín.
- Flyer publicitario o stoppers publicitarios .
En conclusión, el poming es una técnica de marketing muy eficaz, llamativa y rentable.
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