Impresión metalizada: ¿Qué opciones tengo?
Cuando hablamos de tipos de acabados metalizados en artes gráficas podemos referirnos a cosas muy diferentes, ya que el efecto se puede conseguir de varias formas: mediante un tratamiento superficial llamado “stamping”, mediante el uso de tintas especiales, o mediante el uso de papel previamente metalizado. . Cada una de estas tres opciones tiene sus propias características en cuanto a la calidad del efecto obtenido, coste, durabilidad y forma de preparación del archivo.
Tipos de impresión metalizada
Tintas Pantone metalizadas
Se pueden conseguir efectos metálicos utilizando tintas planas (tintas tradicionales “Pantone”) a las que se les han añadido pigmentos para darles tonalidades doradas, cobre o plateadas.
- Ventajas: imprimible en todo tipo de superficie y coste asequible con tecnología offset.
- Inconvenientes: el efecto metalizado no es muy vivo; a no ser que sea macizo. Efecto muy diluido en superficies porosas (offset).
Stamping
La estampación es un proceso de acabado mediante el cual una película metálica formada por aluminio, resina y poliéster se transfiere a un soporte mediante calor y presión.
- Ventajas: gran viveza en los efectos metalizados.
- Inconvenientes: la precisión es limitada ya que no puede aplicarse a detalles finos y el coste es elevado para pequeñas tiradas ya que para aplicar el stamping se debe fabricar precisamente un grabado.
Papel metalizado
En este caso, el efecto de impresión metalizada se obtiene utilizando papel al que se le ha aplicado un proceso de metalización específico en toda la superficie.
Hay dos opciones para obtener una “versión metalizada” de cualquier color que utilicemos en nuestros diseños:
- Plastificado con i) polipropileno oro/plata o ii) tintas UVI impresas encima.
- Papel especial o tintas offset
En los casos en los que nos interese conservar los colores originales, es decir, que no se vean afectados por los efectos metálicos del papel, aplicaremos la técnica del blanco cubriente que simplemente aplica tinta blanca sobre el papel que cubre el metal.
- Ventajas: gran variedad de colores además de un precio razonable y se puede combinar el metalizado y las tintas convencionales gracias al método blanca cubriente.
- Inconvenientes: si quieres un efecto de metalizado puro no es recomendable.
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