Las claves del pensamiento visual y su relación con el diseño gráfico

El pensamiento visual, o visual thinking, es un concepto que hace referencia a la gran capacidad que tiene el ser humano de descubrir, generar, relacionarse y compartir ideas de un modo ágil e intuitivo y con extremada rapidez. Se trata de una capacidad que se adquiere de manera innata.

Aunque la manera más habitual de comunicación es a través del lenguaje, los primeros pasos siempre se dan a través de lo visual. Es algo más evidente aún en el caso de los niños de más corta edad, cuya facilidad para expresarse es mucho mayor a través de dibujos e imágenes que mediante el uso de la palabra.

Qué es el pensamiento visual

Con base en ello, se puede definir el pensamiento visual desde el punto de vista del marketing como el conjunto de acciones dirigidas a una comunicación con el potencial cliente que se apoye en el uso de las herramientas más visuales. Es el caso de imágenes, vídeos o gráficos, por citar algunas de las más habituales.

Estas estrategias van de la mano del diseño gráfico. Las ideas que surgen han de plasmarse posteriormente en el formato deseado: papel, vídeo, imagen, etcétera. Para ello los diseñadores aportan su conocimiento, diseñando así técnicas de marketing con esta orientación a lo visual que resulten realmente efectivas.

El proceso del pensamiento visual

El visual thinking tiene una destacada importancia de la actualidad. Uno de los principales expertos al respecto a nivel mundial es el americano Dan Roam. Autor de varios libros de reconocido prestigio, como Tu mundo en una servilleta, divide el proceso del pensamiento visual en cuatro fases:

• Mirar. La primera de las etapas pasa por observar el entorno, tratando de escrutar, filtrar y seleccionar los elementos que sean más relevantes. Se buscarán aquellos más acordes con lo que se va a tratar de comunicar.
• Ver. Hay que identificar con éxito las relaciones que se establecen entre los diferentes elementos y pautas.
• Imaginar. Es posiblemente la etapa más importante. En ella se procede a manipular, mezclar y, en definitiva, jugar con los elementos. Esto llevará a establecer nuevas pautas.
• Mostrar. Una vez se han alcanzado las citadas pautas, es el momento de mostrarlas. Otras personas las verán y darán el feedback oportuno al respecto. En función de cuánta gente participe en esto, se pueden obtener importantes resultados previos de cómo funcionará una determinada idea en diferentes grupos.

El pensamiento visual en el marketing

Este concepto de visual thinking tiene un reflejo en las técnicas de publicidad. Así, aparece lo que se conoce como marketing visual, una corriente que no deja de crecer. Aúna la facilidad de comunicación de las herramientas más visibles con la atracción por este tipo de contenido, especialmente online.

Un aspecto fundamental es el alto ritmo de vida actual, que hace que en muchas ocasiones el usuario cuente con el tiempo justo para informarse. Algo que se solventa en buena medida con estrategias de este tipo, orientadas a dar al cliente información fresca, ágil y que le enganche. A su vez, hay que lograr despertar en él un deseo de consumir y hacerse con los productos o servicios de la empresa.

En definitiva, el pensamiento visual es una aplicación a la teoría del marketing y la publicidad basada en un conocimiento inherente al ser humano desde que este da los primeros pasos. Por ello, es más fácil llegar de un modo directo al consumidor.

¿Has pensado en implementar campañas de pensamiento visual en tus productos gráficos? Ciertos productos como los folletos, los flyers o los stoppers son el soporte perfecto para poner en práctica el visual thinking.